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Claves en la sectorización frente al fuego en la Industria Alimentaria

Claves en la sectorización frente al fuego en la Industria Alimentaria

En la actualidad disponemos en nuestros edificios de una gran variedad de elementos y sistemas de protección contra incendios, pero desafortunadamente no podemos prever cuando se va a originar un incidente que requiera la evacuación de un edificio.

La compartimentación de nuestros edificios juega una gran importancia a lo que a seguridad se refiere. Se consigue con elementos de construcción resistentes al fuego, ya sean elementos de partición interior como muros y tabiques, o estructurales con capacidad portante como pilares y vigas, incluidas las diferentes soluciones de sectorización de paso de instalaciones.

La importancia de la Protección Pasiva contra el fuego no reside en evitar un incendio, sino en ponérselo difícil al fuego cuando éste se ha desatado, sectorizando y ralentizando su expansión. Su labor de prevenir y minimizar las consecuencias drásticas que tiene la declaración de un incendio en los edificios, con el objetivo de garantizar la seguridad, facilitar la evacuación de las personas y permitir el adecuado desarrollo de las labores de extinción en las instalaciones y bienes protegidos.

La Protección Pasiva es nuestro escudo frente al fuego.

Para garantizar una correcta sectorización y resistencia al fuego de los elementos instalados, éstos deben cumplir unas características de comportamiento frente al calor y las llamas, que son las siguientes:

– Capacidad portante R: es la capacidad de un elemento estructural que tiene que soportar ante la exposición al fuego y con una aplicación de carga, durante un determinado tiempo sin perder su estabilidad.

– Integridad E: capacidad que tiene un elemento constructivo con función separadora que tiene que soportar ante la exposición al fuego por una cara, sin perder su estanqueidad para evitar propagación de fuego y gases calientes por la cara no expuesta durante un tiempo determinado.

– Aislamiento I: capacidad que tiene un elemento constructivo para soportar la acción del fuego en un lado, sin que se produzca transferencia de calor significativa del lado que está expuesto al lado que no lo está durante un determinado tiempo.

Si el fuego no encuentra obstáculos o los puede eliminar, se extenderá rápidamente por nuestro edificio y en pocos minutos la edificación será devastada.

Una de las principales causas de que un incendio sea catastrófico es porque los edificios se han construido sin medidas de seguridad, sin compartimentación y con muchos de sus elementos inflamables.

Según las estadísticas casi el 80 % de los incendios producidos en la industria alimentaria, que se asemeja mucho al del resto de las industrias, son producidos por 9 fuentes de ignición, representadas en el siguiente gráfico:

Principales causas del origen del incendio
Principales causas del origen del incendio

Para realizar la sectorización por el interior de nuestros edificios podemos dividir en dos grandes técnicas que evitan la propagación de un incendio.

  • Realización de sectores de incendio mediante la compartimentación de los edificios: la sectorización impide la propagación del fuego y del humo de una zona a otra del edificio, dividiéndolo en varios sectores de incendio para que el fuego originado en un sector durante un determinado tiempo no pase a los demás sectores.

Se suelen utilizar trasdosados, tabiques mediante placas de fibrosilicato compuestas por silicatos cálcicos reforzados con fibras inorgánicas o paneles sándwich, normalmente instalados en cámaras frigoríficas o líneas de producción en la industria alimentaria, con núcleos de lana de roca o poliuretano poliisociananurato (PIR), una variación de la espuma de poliuretano con mayores beneficios al comportamiento al fuego.

  • Sellado de penetraciones: El paso de instalaciones entre los diferentes muros o tabiques de sectorización ha de realizarse mediante la instalación de paneles de alta densidad con masillas termoplásticas de tipo intumescente, almohadillas, ladrillos, collarines o rejillas de ventilación, todos ellos con materiales intumescentes, para evitar que las llamas o el fuego procedente del un incendio atraviese las compartimentaciones y se propague con facilidad.

Como conclusión, lo importe, no es evitar un incendio, sino ponérselo difícil al fuego cuando éste se ha desatado, sectorizando y ralentizando su expansión.

La Protección Pasiva es nuestro escudo frente al fuego.

Manuel Polo – Responsable Área Pasiva Iberext