Sistema de extinción de fuego por rociadores de agua automáticos (o sprinklers)
Existen dos tipos de protección de los rociadores automáticos:
- Modo control, cuyo fin es controlar y acotar un incendio.
- Modo supresión, cuyo fin es poder llegar a apagar el incendio.
Las instalaciones de rociadores de agua de Protección Contra Incendios se alimentan desde uno o varios abastecimientos de agua contra incendios (grupo de presión y reserva de agua); un puesto de control y una red de tuberías a la que se conectan los rociadores automáticos.
En función de la configuración del techo los rociadores de agua se instalan en posiciones determinadas.
Además, es común utilizarlos para proteger estanterías en determinados riesgos de almacenamiento, además de en otro tipo de riesgos específicos que lo puedan requerir.
En general, los rociadores automáticos disponen de una ampolla tarada a una determinada temperatura.
La elección de la temperatura de rotura de los rociadores de agua (o sprinklers) se determina teniendo en cuenta las condiciones de temperatura ambiente y del riesgo que se pretende proteger (normalmente la temperatura del rociador elegido estará por encima de 20ºC de la temperatura máxima prevista en el riesgo).
La ampolla del rociador de agua rompe al llegar a la temperatura definida para permitir la descarga del agua sobre el área de operación dónde se haya producido el fuego. El paso del agua a través del puesto de control en caso de apertura de los rociadores emite una señal acústica de alarma a través de un motor de agua y un gong.
Tipos de instalación de sistemas de rociadores automáticos
- Sistema de tubería húmeda, en los que la tubería está permanentemente llena de agua y en el caso de rotura de alguno de los rociadores de la instalación contra incendios, el agua se descarga de manera inmediata. Para estos sistemas se utilizan rociadores cerrados, es el más sencillo en instalación y el más común al ser el más económico, directo y simple.
- Sistema de tubería seca, en los que la tubería está llena de aire o nitrógeno a una presión determinada y en el caso de rotura de alguno de los rociadores de la instalación descarga en primera instancia el aire de la tubería, como consecuencia al bajar la presión se abre la válvula de alarma del puesto de control que permite la descarga del agua a través de los rociadores. Para estos sistemas de extinción se utilizan rociadores cerrados y es importante mantener el suministro de aire de manera constante.
- Sistema de preacción, en los que el sistema de rociadores está asociado a un sistema de detección de incendios externo que en caso de alarma confirma la apertura de la válvula del puesto de control e inunda las tuberías para permitir la descarga del agua sobre el riesgo a proteger a través de los rociadores que hayan alcanzado la temperatura de rotura. Este sistema de protección contra incendios se utiliza para riesgos dónde la rotura accidental de un rociador pueda provocar daños materiales de gran valor.
- Sistema de diluvio, en los que los rociadores de la instalación son de tipo abierto sin ampolla y que está asociado a un sistema de detección de incendios externo que en caso de alarma confirma la apertura de la válvula del puesto de control para permitir la descarga del agua. En estos sistemas la descarga es de inundación total ya que se produce por todos los rociadores de la instalación al estar abiertos y el accionamiento del sistema puede ser hidráulico, neumático, eléctrico o electroneumático.
Clasificación de riesgos y criterios de diseño
La norma de diseño, instalación y mantenimiento de sistemas de rociadores automáticos UNE-EN 12845 establece varios tipos de riesgo para determinar la protección con rociadores automáticos:
- Riesgo ligero (RL), para diseñar en riesgos con cargas de fuego y combustibidad bajas.
- Riesgo ordinario (RO), para diseñar en riesgos con cargas de fuego y combustibidad moderadas o medias.
- Riesgo extra (RE), que puede ser riesgo extra de proceso (REP) dónde la actividad es diferente al almacenamiento y las cargas de fuego son altas o riesgo extra de almacenamiento (REA) dónde la actividad es almacenamiento a mayores alturas de las que permite el riesgo ordinario.
- Riesgos especiales.
Además, es posible diseñar las instalaciones de rociadores automáticos utilizando normas de reconocido prestigio cono NFPA, FM o CEPREVEN entre otros.
Para establecer los criterios de diseño hidráulico de una instalación de rociadores son importantes dos conceptos:
- Densidad de diseño, que es la densidad mínima de descarga para la que se diseña una instalación de rociadores automáticos.
- Área de operación, que es el área máxima de diseño en la que teóricamente romperán un determinado número de rociadores en caso de incendio.
Tipos de rociadores automáticos para extinción de incendios
En función de su instalación pueden ser:
- Tipo colgante, que se instala con el deflector hacia abajo de forma que el paso del agua se realizar en forma de paraguas.
- Montante, que se instala con el deflector hacia arriba por encima de la tubería de manera que este empuja el agua hacia abajo y esta se descarga en forma de paraguas.
- De pared, que se instalan de forma paralela y cercana al techo de forma que el agua descarga en forma de semiesfera.
- Ocultos, que se instalan a ras del techo.
Por su tiempo de respuesta y su área de cobertura los rociadores pueden ser: de respuesta estándar o de respuesta rápida y de cobertura estándar o cobertura extendida.
Rociadores secos que se utilizan cuando sea requerido proteger riesgos a temperaturas de congelación, estos rociadores tienen una vela seca que se conecta a la red de tuberías y que impide que esta se congele.
Además, existen diversos tipos de rociadores para proteger almacenamientos con diferentes orificios de descarga y tipo de respuesta.