En el artículo técnico Iberext del mes de noviembre, dedicamos una especial atención a los sistemas de detección contra incendios más eficaces a la hora de proteger almacenes de grandes dimensiones y naves logísticas. Las especiales características de altura de estos edificios, como la naturaleza de los materiales y productos almacenados, suponen factores a tener en cuenta a la hora de diseñar un sistema contra incendios que cumpla la normativa y sea eficaz.
Cuando hablamos de naves o almacenes logísticos, nos referimos a naves caracterizadas por la gran superficie que ocupan y por su gran altura. Estas características permiten optimizar el almacenamiento, consiguiendo concentrar una alta carga de materiales generalmente combustibles.
Normativamente, los requisitos de los sistemas automáticos de detección de incendios son los establecidos por la norma UNE 23007-14, que regula el diseño de estos sistemas y las limitaciones que nos surgirán a la hora de realizar un diseño en estas naves y que vendrán definidas fundamentalmente por la altura a cubierta de la nave, ya que esta norma limita el uso de detectores puntuales térmicos hasta una altura de 7,5 m, así como la de detectores puntuales de humo (ópticos) hasta los 12 m. Por encima de estas alturas podremos utilizar bien barreras lineales, o bien sistemas de detección precoz por aspiración.
Cuando la altura sea superior a 12 metros la principal limitación que nos encontramos es que la superficie máxima permitida para una zona de detección por norma son 1.600 m2, por lo que un solo equipo ya sea barrera lineal o detector de aspiración, no puede proteger más de estos 1.600 m2, independientemente de que en su ficha técnica se especifique que por su tecnología puedan cubrir superficies superiores.
En estas instalaciones con una altura superior a los 12 metros de altura, si empleamos barreras lineales debemos fijarnos en la propia estructura de la nave, ya que las barreras lineales son equipos que requieren espacios libres y que no se obstruya el haz que emiten. Si la construcción de la nave es tal que la suma de la altura de las vigas de soporte de la cubierta y las correas supera los 60 cm, cuando la inclinación de la cubierta es menor a 20° (80 cm en cubiertas con más de 20°) la instalación de las barreras se limitará a la superficie delimitada por estas vigas, ya que las barreras lineales deben instalarse de forma que el haz debe estar en paralelo a la cubierta y la distancia máxima del haz a la cubierta es de 60 cm, o 80 cm en cubiertas con más de 20°. Cuando empleemos barreras lineales, si la altura de la nave supera los 25 metros deben instalarse niveles intermedios de barreras (al menos uno) a la altura que estimemos que se formará la capa de estratificación del humo.
Si nuestra opción es la detección precoz de humo por aspiración, la norma UNE 23007-14 simplifica el diseño de las instalaciones, asimilando cada orificio de aspiración o punto de muestreo a un detector puntual de humo, por lo que para realizar un diseño acorde a nuestra instalación debemos consultar las guías de diseño existentes como el “Código Práctico para el diseño, instalación, puesta en marcha y mantenimiento de Sistemas de Detección de Humo por Aspiración” de Tecnifuego-AESPI, o las guías de la “FIA Design, Installation, Commissioning, and Maintenance of Aspirating Smoke Detector (ASD) Systems”. Además, siempre respaldaremos nuestro diseño con el cálculo del sistema, verificando los límites del equipo de detección por aspiración, certificados por los laboratorios y que deben estar descritos en la documentación del producto.
En el caso de los detectores por aspiración, debemos fijarnos siempre en dos parámetros:
- La categoría del sistema que estamos diseñando (Categoría A, B o C) en función de la concentración de humo que precisamos detectar
- Y por otra parte la sensibilidad con la que debemos configurar el detector de aspiración (Clase A, B o C). Así, por ejemplo, para una nave de 14 m de altura la Categoría del sistema será C, y la sensibilidad del equipo Clase B, siendo el tiempo de transporte máximo en las tuberías de 120 segundos.
En cualquier caso, estamos diseñando un sistema de detección de incendios, y sea cual sea la solución que decidamos adoptar, siempre deberemos considerar la opción que en caso de incendio nos informe y alerte en el menor tiempo posible, permitiéndonos iniciar la evacuación, la sectorización de la zona afectada, y si fuese necesario activar sistemas de control y extinción.
Santiago de Dios Suárez, responsable Departamento de Ingeniería de Iberext