
En un mundo donde la seguridad del hogar es una prioridad, la detección de incendios se presenta como un componente vital en la protección de nuestras familias y bienes. Con estadísticas alarmantes que indican que miles de incendios ocurren anualmente en residencias, comprender la importancia de un sistema eficaz de detección de incendios es fundamental.
Los incendios en viviendas pueden tener consecuencias devastadoras, no sólo en términos de pérdidas materiales, sino también por el riesgo de lesiones, siendo uno de los principales motivos de muerte accidental. Las causas más comunes incluyen fallos eléctricos, descuidos al cocinar, uso indebido de electrodomésticos o velas, materiales inflamables y combustibles de nuestra decoración y el crecimiento de nuevos riesgos como ocurre con las baterías de iones de litio tan presentes en multitud de dispositivos y movilidad personal.
En muchos casos, la diferencia entre una tragedia y una situación controlada está en el tiempo de respuesta.
La detección temprana de incendios es clave para prevenir daños mayores y salvar vidas, lo que hace indispensable el uso de sistemas adecuados que nos alerten.
Sólo en España en los últimos años hemos contabilizado una media de un incendio en viviendas cada 5 minutos, con tragedias como la de Valencia, que pese a todo lo sucedido hemos de dar gracias por haber ocurrido de día, ya que si se hubiese producido durante la noche, posiblemente se habría vivido nuestra particular torre Grenfell de Londres, en la que fallecieron 72 personas (54 adultos y 18 niños).
Parece que tienen que ocurrir desastres de gran impacto para que agite nuestra inmovilidad y tomemos en serio la protección de nuestros hogares y familias, áreas en la que no interviene la normativa salvo en edificios de gran altura, y sin retroactividad respecto a viviendas existentes, con aun menores medidas de protección y sectorización.
Si nos fijamos en otros países y en el derecho comparado para garantizar una seguridad suficiente contra incendios, se han establecido directivas enfocadas al comportamiento y protección para uso de viviendas residenciales. No sólo en Estados Unidos, fundamentados en legislación de protección incluidas en el código de seguridad NFPA 101 y en estándares de instalación con NFPA 72, han logrado regularizar y clarificar cómo realizarlo. También en nuestros países vecinos han conseguido legislarlo, vinculado a las compañías de seguros, en orientación a la disposición de instalar detectores autónomos que complementaran la protección de activos.
Según el Ministerio de Vivienda de Francia, el 70% de los incendios mortales se producen por la noche, cuando las personas duermen, y desde que entró en vigor la norma que obligaba a la instalación de detectores en los hogares en 2015, se redujeron el número de víctimas a más de la mitad de las producidas hasta el momento.

En Inglaterra, y después del comentado incendio en la Torre Grenfell en 2017, en el que existían recomendaciones y buenas prácticas, se ha conseguido adaptar la norma de diseño BS 5839-6:2019 + A1:2020 para posteriormente legislarlo.
En 2022, Reino Unido ha actualizado el Reglamento de Construcción para hacer referencia a una nueva versión BS_5839-6 de obligado cumplimiento “sistemas de detección y alarma de incendios en locales y viviendas domésticos o residenciales” en la que da pautas para la clasificación de los sistemas, grados y las diferentes tipologías de construcción en las que identifica las áreas a proteger.
Todo ello nos debe servir como punto de partida que permita avanzar en el sector de la Protección Contra Incendios y su regulación en todo inmueble incluyendo el régimen de propiedad horizontal, para enfocarnos en la protección y no tanto en la disposición de derechos.
Mientras se trabaja en incrementar el nivel de exigencia normativa en España y su regulación en viviendas, debemos trabajar en la concienciación para aumentar la seguridad con el avance de tecnología existente y reducción de coste proporcional, siempre con el control de producto certificado y normalizado sea con equipos EN54 o con detectores domésticos EN 14604. Los sistemas de detección actuales gracias a nuevas tecnologías, cada vez más sensibles y fiables, pueden alertarnos de manera temprana y minimizar notablemente los daños.
La detección de incendios en viviendas es uno de los pilares de la seguridad en el hogar. A través de la instalación de detectores de humo y calor, junto con el mantenimiento regular y una preparación adecuada, las familias pueden reducir significativamente el riesgo de tragedias. Estos sistemas son una inversión mínima comparada con el nivel de protección que proporcionan, haciendo que su uso sea indispensable para salvaguardar vidas y propiedades.
Más allá de la instalación, la educación es fundamental. Es importante que todos los miembros de la familia conozcan el funcionamiento del sistema de detección y los pasos a seguir en caso de alarma. Realizar simulacros de evacuación, seguir las instrucciones de los equipos de emergencia y tener un plan claro puede salvar vidas.
¡No dejemos la seguridad de nuestro hogar al azar!
Prevenir incendios no siempre es posible, pero estar preparado para detectarlos y reaccionar a tiempo puede marcar la diferencia entre una evacuación segura y una situación peligrosa.
Jaime Ortega – Director Técnico de Iberext