
Todos conocemos algún caso cercano de algún incendio producido en un hogar. El primer incendio que viví en un hogar, fue de un vecino situado a pocos metros de la casa donde vivía. Yo no tendría más de 8 años, pero aún recuerdo que lo que más impactó, es ver cómo las llamas salían de las ventanas y, claro está el camión de bomberos. No hubo víctimas y días después, al encontramos a los vecinos nos dijeron que habían tenido mucha suerte por estar contándolo, pero que lo habían perdido todo.
Curiosamente en nuestro país, la mayoría de nosotros tenemos escrito en nuestro ADN, una frase que resume gran parte de la prevención y Protección Contra Incendios instaurada en nuestra sociedad: “EL SEGURO ME LO PAGA”. Hace poco tiempo, Iberext participó en una campaña en Arganda del Rey, en la que se concienciaba sobre los peligros de un incendio en un hogar y se daban distintas soluciones para atajar, mitigar los efectos. La frase que más escuchamos de los vecinos que se acercaban al stand, era que “tengo seguro del hogar y no voy a gastarme nada”, lo cual no deja de ser bastante desalentador.
LOS SEGUROS NO TE DEVUELVEN LOS RECUERDOS, TUS FOTOS, LOS JUGUETES DE TUS HIJOS.
La mayoría de los incendios que se producen en nuestro país son de origen eléctrico, de origen cocina y llama (braseros, cigarrillos, velas…). Además la población de la tercera edad, es la que más siniestros causan, estadísticamente hablando. Ante estos datos nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Qué medios formativos y materiales existen en el mercado, para protegernos de un incendio?
Existen algunas campañas de concienciación, la mayoría gratuitas, en muchas de nuestras ciudades, las cuales ayudan a prevenir este tipo de siniestros, así como otros no menos peligrosos cómo es el monóxido de Carbono que producen, entre otros, por una mala combustión de la llama en las calderas, los brasero o los vehículos de motor de explosión. En países cercanos a nosotros, como el caso de Reino Unido, estas campañas de prevención son muy habituales incluso en anuncios de cadenas estatales en horario prime time.
Alguno puede decirme, pero en mi ciudad no hay este tipo de cursos. Bien estoy de acuerdo, pero si Mahoma no va la montaña, la montaña va a Mahoma. Internet está lleno de videos que puede mostrar a sus mayores de cómo apagar las llamas de una sartén ardiendo, videos para sus hijos de cómo evacuar en caso de humo, qué hacer si oyen una alarma; vídeos para ti, de cómo usar ese extintor que tiene en el rellano, de cómo no sobrecargar las regletas eléctricas, es decir que por el precio de un bombilla, tendremos un cum lauden en formación.
A nivel material, tenemos una amplia gama de productos que nos ayudarán, por una pequeña inversión, a protegernos ante los peligros del fuego, humo y gases:
- Extintores tipo F, para apagar un fuego de una freidora o sartén, válido además para fuegos de origen sólido o líquido y además al tener en su interior agua con espumógeno que, al usarlo, manchamos muy poco.
- Detectores de humo a pilas. Desde los más económicos que dan una alarma óptica acústica local, hasta los más avanzados que se conectan con la red WIFI de nuestra casa, poniendo en alarma todos los detectores del hogar y dando avisos al móvil. Estos últimos son muy válidos para cuando nos encontramos fuera del hogar. Si tenemos una compañía de vigilancia contratada, ellos pueden suministrar detectores conectados a central de robo, con el consiguiente valor añadido, de que ellos también avisarán si tiene una alarma.
- Manta apaga fuegos, válida para sofocar llamas de una sartén, freidora, colchón o una persona, incluso válido para evacuar por una única vía de escape en llamas y así no quemarnos.
- Detectores de monóxido de carbono, muy útiles en garajes de viviendas unifamiliares, en las cercanías de braseros, chimeneas y cocinas con caldera de gas, para avisadnos si la concentración de este gas, es peligrosa para nuestra saludo. Recordemos que este gas es causante de muchas muertes en hogares en el periodo invernal.
- Detectores de Gas natural, propano y todo tipo de gases producidos por diferentes reacciones químicas, como los productos de limpieza y mantenimiento de piscinas.
- Extinción en cuadros eléctricos y campanas de cocinas de una manera automática y limpia, sin que el usuario tenga porque intervenir.
- Incluso rociadores automáticos de agua, muy comunes en países como Estados Unidos, en viviendas unifamiliares construidas en su mayoría de madera.
Es labor de todos los profesionales de Protección Contra Incendios, que continuemos con nuestra pequeña contribución a la sociedad, informando a nuestros familiares, vecinos, amigos, de las ventajas de estar formado mínimamente en qué hacer en caso de incendio, cómo evacuar correctamente, qué medidas de prevención instaurar en nuestro hogar, que métodos de extinción son los más adecuados en nuestro hogar.
Yo, personalmente, voy a comenzar a plantar mi pequeña semilla en mis dos hijos de 4 años, que seguro que en muy poco tiempo nos corrigen muchos de los malos hábitos que los mayores cometemos. Os animo a que continuéis con esta labor de concienciación.