Todos conocemos o tenemos idea de los trajes de bomberos pero… ¿sabías que hay diferentes trajes según el tipo de servicio?
Estos son los más comunes:
Traje de Intervención o estructural:
Este traje es un EPI de categoría III y consta de dos piezas, el chaquetón y el pantalón. Incorporan varias barreras de protección, con resistencia mecánica, a la abrasión y sobre todo térmicas. En este último caso los trajes llegan a tener protección frente al calor radiante por temperatura superior a 250º C. También poseen membranas tanto para la impermeabilidad como la transpirabilidad, deben tener reflectantes para las situaciones de baja visibilidad y con todo esto deben ser flexibles, ligeros y confortables para el desempeño del trabajo del bombero.
Los materiales más habituales son el Nomex, Kevlar y también PBI. Se ha mejorado mucho en los materiales y los diseños con desarrollos muy avanzados en confort y resistencia. Estos trajes están homologados para uso en incendios en edificaciones o estructuras EN 469:2020.
Traje Forestal:
Estos trajes también son EPI categoría III, pueden constar de dos piezas chaqueta y pantalón o de una sola tipo buzo. Los materiales utilizados son del mismo tipo que los del traje de intervención, con resistencia mecánica, abrasión y térmica, pero en este caso son más ligeros y con menos capas al ser prendas de exterior. También deben llevar los reflectantes obligatorios según la normativa ISO15384:2020
Como su nombre indica, este equipamiento se utiliza en los incendios forestales principalmente.
Traje de Rescate:
Son trajes EPI de categoría III como los anteriores, pueden constar de dos piezas, chaqueta y pantalón o de una sola tipo buzo, aunque los más habitual es chaqueta y pantalón. Están homologados según la normativa específica EN 16689:2017, ISO 15384:2020 para su uso en rescates de tráfico, extinción de incendios en exterior (no estructurales), rescates en altura, trabajos exteriores de limpieza, inundaciones.
Durabilidad trajes de bomberos.
La normativa NFPA 1851 establece 10 años desde su fecha de fabricación. En la actualidad la vida útil de los trajes, se sitúa de media en 5 años aproximadamente, dependiendo del uso y mantenimiento de las prendas, lavados y desgaste de los materiales.
El traje es una prenda de vital importancia para que los bomberos puedan desarrollar su labor con las mayores garantías de seguridad. Se ha avanzado mucho en resistencia, durabilidad, ergonomía, confort y también diseño, pero se sigue investigando con nuevas fibras, nuevos materiales y nuevos diseños con el fin de ayudar a proteger a los que nos protegen.
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Jorge Rodríguez – Responsable Área EPIs