
Tenemos diferentes tipos de riesgos en estas instalaciones. En este caso nos vamos a centrar en la protección respiratoria necesaria.
Los principales riesgos que se pueden encontrar son los siguientes:
- Asfixia por deficiencia de O2, por debajo del 17% hay que utilizar un equipo autónomo de respiración.
- Inhalación de gases refrigerantes, el peligro es el envenenamiento o la congelación de las vías respiratorias.
- Incendio/explosión, las concentraciones altas de refrigerante pueden ser explosivas o producir incendios.
La norma que regula este tipo de instalaciones es el BOE-A-2019-15228.
En lo referente a protección respiratoria personal y su disponibilidad en las instalaciones dependiendo del tipo de refrigerante y de su carga de gas.
Los refrigerantes más habituales en las cámaras frigoríficas industriales son los siguientes:
- R-290 (Propano), es un gas natural y su principal peligro al ser un hidrocarburo es la inflamabilidad, también puede desplazar el O2 y provocar asfixia.
- R-152a (HFC), es un gas sintético fluorado, peligro por congelación de las vías respiratorias, también es un gas inflamable.
- R-744 (CO2), es un gas natural, peligro por asfixia al desplazar el O2.
- R-717 (Amoníaco), es un gas natural, tóxico, corrosivo, puede producir congelación de las vías respiratorias, también es ligeramente inflamable. Suele ser de los refrigerantes más extendidos en su utilización por ser biodegradable.
Protección respiratoria
El uso de protección respiratoria del tipo filtrante es para casos en los que hay concentración de oxígeno por encima del 17%, aquí la recomendación es utilizar máscaras faciales con filtros para gases y vapores orgánicos con punto de ebullición bajo <65ºC, estos filtros deben ser del tipo AX. Tienen que estar disponibles, en buen estado de uso y reemplazados en caso de haber sido utilizados. Estos equipos deben estar a disposición para todos los usuarios de estas instalaciones.
En las situaciones de atmósferas inferiores al 17% de concentración de oxígeno, se debe utilizar un equipo de respiración autónomo, compuesto por botella de aire comprimido, espaldera, regulador y máscara facial completa, cumpliendo el conjunto la norma EN137. Estos equipos tienen una autonomía de entre 30 y 40 minutos. Se debe disponer como mínimo de dos equipos completos, en zonas visibles y de fácil acceso, lo recomendable es que estén justo por fuera de la entrada a la cámara. Estos equipos tienen que estar revisados y en perfecto estado para su uso. Deben de pasar como mínimo una revisión anual completa por centros homologados cumpliendo la normativa ITC-EP05.
También se pueden utilizar equipos de escape de aire comprimido con la norma EN402. Esto es una recomendación extra a parte de los E.R.A. Estos equipos se componen de una botella de aire comprimido de 3 litros, capuz y bolsa de transporte. Sólo se pueden utilizar para emergencias, no son de trabajo, tienen flujo continuo y su autonomía es de 15 minutos.
Tienen que estar situados en sitios visibles de fácil acceso, revisados y en perfecto estado de uso.
Deberán pasar una revisión anual completa, en centros homologados, cumpliendo la normativa ITC-EP05 igual que los E.R.A. Equipo de Respiración Autónomo.

Protección del cuerpo en combinación con protección respiratoria
En las instalaciones con gas refrigerante del tipo Amoníaco R717 y carga por encima de 200 kg, se debe tener disponible traje con protección química para ser utilizados en conjunto con el equipo de respiración autónomo.
En instalaciones con carga de Amoníaco R717 por encima de 1000kg, los trajes también deben tener protección química y térmica. El peligro aquí son las posibles fugas en las salas de máquinas del gas refrigerante a alta temperatura.
Los trajes tienen que estar homologados y ser del Tipo 1 o 2, según la norma EN943-1.
Estos trajes deben estar en perfecto estado de uso, y se tienen que revisar anualmente comprobando su estanqueidad en centros homologados.
Estas instalaciones son habituales y debemos prestar atención a las pautas de seguridad y el buen funcionamiento de los planes de emergencias. Los equipos de protección deben ser los apropiados, estar certificados, disponibles para su uso y siempre mantenidos por un centro homologado para ello.
Los trabajadores de estos centros de trabajo deben tener formación en el uso de estos equipos, ya que son complejos y requieren de un entrenamiento.
Estas formaciones y entrenamientos deben ser realizados por centros homologados que certifiquen a los trabajadores en el uso de estos equipos.
Jorge Rodríguez Davó – Responsable Área EPIs