
En un incendio, el humo es el primer enemigo. Según estudios, más del 80% de las víctimas mortales en un incendio se producen por la inhalación de gases tóxicos o por falta de visibilidad durante la evacuación. Mientras que las llamas avanzan de forma predecible, el humo se expande rápidamente, invadiendo escaleras y pasillos rápidamente, bloqueando las vías de evacuación.
Aquí es donde entran en juego los sistemas de sobrepresión (o presión diferencial), una de las estrategias utilizadas de movimiento de gases/humos en un incendio, solución técnica poco conocida pero vital para garantizar que las rutas de evacuación permanezcan libres de humo.
¿Cómo funciona un sistema de sobrepresión?
Imagina una escalera de emergencia de un edificio alto. Durante un incendio, el humo tiende a ascender por efecto chimenea, llenando este espacio crítico en segundos. Un sistema de sobrepresión actúa como una «barrera de aire», creando en el espacio a proteger una presión positiva (sobrepresión) respecto al espacio adyacente, generando un flujo de aire controlado que impide la entrada de humo.
Principios básicos del sistema de sobrepresión:
- Se inyecta aire limpio a mayor presión en las vías de evacuación (escaleras, pasillos, vestíbulos, zonas de refugio, etc.).
- Esta sobrepresión crea un flujo continuo hacia las zonas adyacentes, creando una barrera invisible contra el humo para evitar que penetre en las vías de evacuación.
- El sistema se activa automáticamente a través de la detección de incendios y puede regularse para compensar aperturas a lo largo del recorrido de las vías de evacuación, como puertas abiertas durante la evacuación.
Componentes clave del sistema de sobrepresión:
- Ventiladores de alta capacidad: Adaptados y dimensionados a cada instalación, generan el flujo de aire necesario para alcanzar los valores de presión y flujo de aire requeridos durante la evacuación.
- Variadores de frecuencia o compuertas: Mantienen la presión requerida de forma automatizada, incluso en caso de varias puertas abiertas durante la evacuación.
- Sondas diferencial de presión: Monitorizan en tiempo real la presión del recinto presurizado para ajustar el caudal de aire necesario durante todas las fases de la evacuación.
¿Por qué son esenciales estos sistemas?
- Salvan vidas al ganar tiempo: Una vía de escape sin humo permite una evacuación ordenada y accesible para todos, incluidas personas con movilidad reducida.
- Protegen y crea vías seguras a los equipos de emergencias y rescate: Bomberos y personal de emergencia pueden operar con mayor seguridad.
- Evitan la propagación del humo: En edificios complejos (hospitales, centros comerciales…), un fallo en la sectorización puede propagar el humo a zonas críticas.
Un buen mantenimiento es clave.
La eficacia de un sistema de sobrepresión es directamente proporcional a la rigurosidad de su mantenimiento. Los fallos más comunes incluyen:
- Ventiladores y compuertas obstruidos por polvo, suciedad, corrosión…
- Sensores descalibrados que no detectan cambios de presión.
- Puertas cortafuegos en mal estado, que perjudican al equilibrio del sistema.
Revisiones periódicas (al menos anuales) deben verificar:
- Presión y flujo de aire: Alcance de niveles y caudales requeridos por la normativa vigente.
- Automatismos: Comprobación de activación inmediata y sincronizada con el sistema de detección de incendios.
- Estanqueidad: Verificación de pérdida de presión/caudal en los conductos o en los recintos presurizados debido a una incorrecta sectorización.
Los sistemas de sobrepresión son un ejemplo de cómo algunos sistemas de Protección Contra Incendios operan de manera preventiva y silenciosa. A diferencia de las soluciones más visibles, como los extintores o las bocas de incendio -reconocidos por todos-, estos sistemas trabajan en segundo plano, garantizando que, en el momento crítico, las vías de evacuación cumplan su función: ser un refugio seguro, libre de humo y gases letales.
Su eficacia depende de tres pilares: un diseño adecuado a las características del edificio, una instalación profesional y un mantenimiento riguroso. Ignorar cualquiera de estos aspectos puede convertir un sistema potencialmente salvavidas en un sistema incapaz. Por eso, es fundamental comprender su importancia y exigir mantenimientos y revisiones periódicas realizadas por especialistas.
En un escenario donde los incendios son cada vez más complejos, debido a materiales sintéticos, edificios herméticos y mayores densidades de ocupación, soluciones como la presión diferencial demuestran que la innovación en seguridad no siempre es vistosa, pero siempre es necesaria.
Invertir en ellos no es un gasto, sino una garantía de que, cuando más se necesite, el propio edificio y sus sistemas contra incendios protegerán a sus ocupantes.
Jorge Fernández – Técnico Evacuación de Humos y Sectorización