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Sistemas visuales de alarma VA: la eficacia de la evacuación

Sistemas visuales de alarma VA: la eficacia de la evacuación

La efectividad de los sistemas Voice Alarm (VA) ha evolucionado notablemente en las dos últimas décadas en el sector de la seguridad y en particular en la industria de la Protección Contra Incendios. Es evidente que el uso de mensajes de voz claramente mejora el tiempo de respuesta en la evacuación y ofrece la oportunidad de asesorar a los ocupantes de la ruta de emergencia más segura y rápida.

Todas las pruebas y ensayos durante mucho tiempo, nos han mostrado que los mensajes de voz durante la evacuación son mucho más eficaces que sólo un tono de alarma, y que en una situación de emergencia, el público reacciona mejor a las palabras que ante campanas o sirenas de incendio.

Los resultados de las investigaciones que estudian el comportamiento humano en caso de incendio, indican que sólo el 13 por ciento de las personas reaccionan de manera oportuna a las alarmas tradicionales. Sin embargo, como contrate importante, el 75 por ciento de la gente reacciona con rapidez a un mensaje explicativo con la naturaleza de la emergencia. Al igual que en caso de evacuación tienden a dirigirse a la ruta de escape más cercana y salir por la puerta habitual. Cada día los edificios modernos son más complejos, y el papel del sistema de Voice Alarm se ha vuelto aún más vital para controlar la circulación de las personas con seguridad en caso de emergencia.

En caso de evacuación, un mensaje hablado identifica la naturaleza del problema y da información detallada y específica para el público.

Proporciona la oportunidad de dar mensajes vivos anunciando las instrucciones exactas cuando las personas no están familiarizados con el entorno, mejorando la gestión de evacuación por etapas. A pesar de esta evidencia y el aumento considerable del el tiempo de respuesta, las instalaciones y demanda de soluciones VA son todavía relativamente bajas.

En el sector de la protección contra incendios, hoy en día, los proyectos más importantes tales como centros comerciales y edificios de gran altura son los que utilizan VA como una obviedad; siendo mucho menos común para aplicaciones generales y edificios más pequeños. En muchos casos, la ausencia pasada de normas que contemplan los sistemas, la complejidad y la falta de conocimiento al instalar el equipo, han hecho que no presenten la importancia que queremos trasmitir en el presente artículo. La función principal de cualquier sistema de alarma es comunicar a la gente que existe una emergencia. El desarrollo y la evolución de los productos de alarma han sido y siguen siendo altamente dependientes de las tecnologías disponibles, cuando realmente la información se percibe por sólo cinco sentidos y de éstos, el oído y la vista son los más rápidos y fáciles de estimular. Los dispositivos de alarma tradicionales han sido en gran parte electromecánicos, basados en solenoides eléctricos o motores para crear una señal audible (campanas, sirenas y bocinas).

Estos sistemas han evolucionado tanto en el tipo de transductor como en consumos y tonalidades, que aun permitiendo diferenciar las alarmas, siguen siendo poco eficientes y a menudo requieren ajuste mecánico durante la instalación para obtener un rendimiento óptimo. Dada su larga historia y su sonido único, es evidente que el público en general todavía asocia una campana con una alarma de fuego a pesar del uso generalizado de las sondas electrónicas que se han utilizado en multitud de aplicaciones y maquinaria.

Sistemas Visuales de Emergencia
Sistemas Visuales de Emergencia

La Legislación

Tradicionalmente las normas y legislaciones han tenido una tendencia de protección de bienes de la propiedad, desde el punto de vista de la detección y extinción de incendios y riesgos inherentes. La conciencia y necesidad de salvar vidas humanas ha hecho que aumenten y sean cada vez más efectivos los métodos aplicados en los últimos años, corroborados en las modificaciones y adaptaciones de la normativa actual y documentos técnicos, para definir y aclarar la información del estado y emergencia al ocupante que se encuentra en el edificio.

Uno de los referentes en evacuación, del que se han basado los patrones de los estándares y normativas actuales, es la NFPA 72: National Fire Alarm and Signaling Code (Código Nacional de Alarma y Señalización de Incendios), el cual describe cómo diseñar, instalar, inspeccionar, probar y mantener un sistema de alarma de incendio, adoptada al nivel de riesgo y edificación.

Los códigos de construcción y edificación generalmente aplicables en Europa se diferencian notablemente de los americanos, en que éstos últimos tienden a proporcionar soluciones prescriptivas que favorecen la supresión de incendios mientras que las normas europeas tienden a proporcionar requisitos que favorecen la protección pasiva contra incendios.

El Código Técnico de la Edificación (RD.314/2006) marca la reglamentación en materia de protección contra incendios y seguridad a través de los Documentos Básicos SI y SUA, los cuales han evolucionado en referencia a los sistemas de alarma durante los últimos años con las modificaciones y publicaciones ministeriales de interpretación a norma.

En el Documento Básico para Seguridad en Caso de Incendio (SI), se define la obligatoriedad de disponer de un sistema de transmisión de alarmas y de instrucciones verbales por megafonía en edificios de uso hospitalario, así como en todos aquellos edificios de pública concurrencia con un aforo superior a las 500 personas (CTE-DB SI 4-1), con la incorporación en todos sus usos de la alarma óptica “el sistema de alarma transmitirá señales visuales además de acústicas. Las señales visuales serán perceptibles incluso en el interior de viviendas accesibles para personas con discapacidad auditiva”. Este apartado queda completado con el Documento Básico de Seguridad de utilización y accesibilidad SUA en su anexo A .

Para los usos fuera del alcance del Código Técnico de la Edificación, existe el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCIEI-RD.2267/2004) por el que define la instalación de sistemas de comunicación de alarma en todos los sectores de incendio de los establecimientos industriales, cuya superficie construida de la suma de todos los sectores del establecimiento industrial supera los 10.000 m2, la cual permitirá diferenciar si es “emergencia parcial” o “emergencia general”, y será preferente el uso de un sistema de megafonía.”

Todos ellos proporcionan criterios y recomendaciones para incluir en el diseño la instalación de sistemas de alarma de incendio, mientras que las normas que determina el CEN (Comité Europeo de Normalización) EN-54 y EN-60849 proporcionan los requisitos mínimos para el funcionamiento y diseño de los sistemas alarma, equipos asociados y parámetros de ensayos y pruebas de los mismos.

  • UNE-EN 60849 (2002). “Sistemas electroacústicos para servicios de emergencia”.
  • UNE-EN54-3 / UNE-23007-4 (2001/A2-2007). “Sistemas de detección y alarma de incendios. Dispositivos Acústicos”.
  • UNE-EN54-4 / UNE-23007-4 (2007). “Sistemas de detección y alarma de incendios. Equipos de suministro de alimentación”.
  • UNE-EN54-13 (2006). “Evaluación de la compatibilidad de los componentes de un sistema de protección contra incendios”.
  • UNE-EN54-14 (2009). “Sistemas de detección y alarma de incendios. Planificación, diseño, instalación, puesta en servicio uso y mantenimiento”
  •  UNE-EN54-16 (2009). “Control de la alarma por voz y equipos indicadores”.
    – Estándar de producto (hardware).
    – Componentes para alarmas por voz en sistemas de detección de incendios.
  • UNE-EN54-24 (2009). “Sistemas de detección y alarma de incendios. Componentes de los sistemas de alarma por voz. Altavoces”.
  •  BS-EN54-23 (2010). “Fire detection and fire alarm systems. Fire alarm devices. Visual alarm devices”_“Sistemas de detección y alarma de incendios. Dispositivos de Alarma de Incendios. Dispositivos Ópticos de Alarma”.

La norma UNE-EN60849 establece los requisitos mínimos de seguridad y funcionalidad que deben cumplir los sistemas electroacústicos para servicios de emergencia. Esta norma determina las diferencias sustanciales entre un sistema de megafonía tradicional para la difusión de mensajes generales y transmisión de audio (PA – Public Adress) frente a un sistema de megafonía para emergencia y evacuación (VAS – Voice Alarm System). Entre otros, por la importancia y prioridad de la seguridad.

Las líneas de transmisión deben estar supervisadas y las incidencias deben ser indicadas. Esto implica que los elementos de gestión del sistema deben disponer de funciones para la supervisión y monitorización de estos elementos. El fallo de un único circuito amplificador o altavoz no implicará la pérdida total de servicio en la zona de altavoces cubierta, siendo necesaria la instalación de amplificadores de reserva o backup, que en caso de fallo de uno principal, pueda entrar en funcionamiento de forma automática. De la misma manera, y en lo que respecta a los altavoces, se hace patente la necesidad de utilizar dos circuitos independientes de altavoces en cada zona, de manera que si uno de ellos falla, el otro pueda seguir funcionando evitando dejar sin servicio a la zona afectada.

La activación automática del sistema de alarmas por voz a partir del sistema de detección de emergencias se realiza a través de un interface de comunicación adecuado y este enlace de comunicación entre ambos sistemas deberá comprobarse de forma continua en busca de fallos. El sistema de detección de emergencias deberá ser capaz de recibir información relativa a fallos en el sistema de alarmas por voz y deberá incluir el equipamiento adecuado para su notificación. Para ello, es necesaria la instalación de fuentes auxiliares (SAI/UPS) que garanticen la alimentación eléctrica que garantice el continuo funcionamiento del sistema, con capacidad suficiente para el suministro de energía y mantener el sistema durante al menos 24 horas (standby), tras lo cual ser capaz de generar mensajes de alarma durante al menos 30 min.

Una zona de detección contendrá como máximo, una zona de altavoces de emergencia, es decir, el aviso debe ser el mismo en toda la zona de detección. Cuando se detecte una alarma, el sistema de megafonía de emergencia debe prevalecer sobre cualquier función (llamadas, música, anuncios, …) y deshabilitar inmediatamente dichas funciones no relacionada la emergencia. Todos los mensajes deberán ser claros, audibles e inteligibles con valor no inferior al 0,7 en la escala de inteligibilidad común CIS.

Esta norma será complementaria con la EN54-14 _ UNE 23007-14 (CEN/TS 54-14:2004) con las directrices para la planificación, diseño, instalación, puesta en marcha, uso y mantenimiento” en la que se describe en su anexo A.6.6 los niveles sonoros y las características que deben garantizar las señales y avisos acústicos que se utilizan para informar de una situación de emergencia.

  • Para las señales acústicas el nivel del sonido de la alarma de incendio debe tener un nivel mínimo de 65 dB(A), o 5 dB(A) por encima de cualquier otro ruido que pueda persistir probablemente durante un período mayor de 30 s, si este nivel es mayor. Si se pretende que la alarma despierte a personas que estén durmiendo, el nivel sonoro mínimo en la cabecera del lecho debe ser de 75 dB(A).
  • Para los sistemas de alarma por voz debe asegurarse debe asegurarse que se proporciona una alarma adecuada que pueda ser transmitida automáticamente como respuesta a una señal de incendio; esta transmisión no debe depender de la presencia de un operador. Todos los mensajes de voz serán claros, breves, inequívocos y, en la medida de lo posible, planificados previamente El nivel sonoro en el edificio satisface lo indicado en los requerimientos acústicos generales, salvo que el nivel sonoro debe estar como mínimo 10 dB(A) por encima de otros ruidos que sea probable que persistan durante 30 s o más.El sonido recibido sea comprensible, y no pueda confundirse con otras señales (como por ejemplo de descanso para comer y de comienzo y terminación del trabajo). El intervalo de tiempo entre mensajes sucesivos no sea mayor de 30 s y que se utilicen señales de relleno similares a las de las alarmas acústicas convencionales, cuando los periodos de silencio puedan ser mayores de 10 s. Durante el estado de alarma todas las fuentes de entrada de audio se desconecten automáticamente, excepto para el micrófono o micrófonos de incendio y para los módulos de habla que proporcionan la advertencia. Todo ello junto con el resto de normativa especificada, inciden en gran diferencia de los sistema Voice Alarm haciendo más exigentes su diseño, fabricación, supervisión y seguridad que los tradicionales Public Adress (megafonía clásica), no pudiendo ser utilizados estos últimos para dicho fin.

Como guías adicionales de aplicación como Código de Alarma (NFPA-72) existen algunos cambios significativos en la nueva norma del 2013 con respecto a la edición del 2010. Con esta reseña, invito a todos los amantes de la seguridad contra incendios a leer esta edición, que cambiará la percepción a la hora de diseñar, y diferenciar la ética profesional y moralidad, de lo estrictamente obligatorio como determinación de criterios e interpretación.

La Alarma con Voz

Todos los tonos y sirenas se encuentran limitados en la cantidad de información que pueden transmitir, por lo que la señal de alarma sólo es significativa si la persona lo reconoce y entiende cómo responder. Para las situaciones donde la gente no puede reconocer una señal de alarma, tales como áreas abiertas al público en general, un mensaje hablado es beneficioso ya que proporciona una clara advertencia, mientras que instruye y tranquiliza a los afectados por la emergencia. Se ha demostrado que la información adicional en un mensaje hablado permite a las personas responder mucho más rápidamente de lo que lo harían a solo un tono de alarma.

Para un correcto diseño de una instalación de VA, hay que tener en cuenta el factor humano y comportamiento de las personas que determinan el tiempo de respuesta, su Interpretación, Preparación y Actuación en caso de emergencia. Esto nos indica la importancia en situaciones de emergencia, de una correcta información y trasmisión de la misma, para determinar los comportamientos y respuestas de las personas. Su principal ventaja es la de ofrecer información detallada e instrucciones relativas a un estado de emergencia, para aquellas personas que se encuentran en una ubicación o situación no habitual. De este modo permite reducir el tiempo de reacción, controlar el comportamiento de las personas realizando una evacuación dirigida, progresiva y escalonada según el plan de emergencia, e indicar el camino más rápido y seguro hacia la salida, evitando las situaciones de pánico y cuellos de botella, que garanticen la seguridad de las personas. Una vez que se entiende la estrategia de evacuación del edificio, el diseñador entonces puede evaluar el tipo de sistema VA que debe utilizarse. El nivel de control manual y la necesidad de mensajes automáticos determinan la decisión sobre el tipo de sistema instalado.

El Diseño modelado acústico es una parte clave de VA, y una de las zonas que pueden causar confusión para las personas. Seleccionar el altavoz correcto puede significar la diferencia entre un anuncio inteligible y un ruido

La distribución de estos equipos, deben garantizar los requisitos de inteligibilidad y presión sonora que definen las diferentes normativas. Para determinar el espaciamiento y cobertura de los altavoces se puede simplificar según los parámetros siguientes:

En cuanto a la presión sonora requerida al recinto, hay que considerar los parámetros de sensibilidad del altavoz y la potencia de entrada de la señal acústica.

Así, para un altavoz con un valor de sensibilidad de SPL(1W/1m)=94dB, y al cual se suministra una potencia de entrada de 3W, el nivel de presión sonora SPL a la altura media de un oyente sería de aproximadamente 90,81dB. Si el nivel de ruido ambiente es de 65dB, para cumplir con los criterios que marca la normativa, el nivel SPL de los mensajes de alarma debería estar por encima de los 75dB, por lo que este requisito queda garantizado.

Sistema de megafonía de emergencia Iberext
Sistema de megafonía de emergencia Iberext

AUDIBILIDAD = ¿Me oyes?

Los Requisitos de audibilidad dependen de la ocupación, funcionamiento y niveles medio ambientales de ruido. La NFPA 72 nos indica valores promedio que nos pueden ayudar a diseñar antes de la operatividad y ajuste de los niveles máximos reales. Los niveles de ruido ambiental se requieren que incluya todas las fuentes sonoras normales, pero deberían excluir las fuentes sonoras temporales o anormales.

INTELIGIBILIDAD = ¿Me entiendes?

La definición de «inteligibilidad de la voz» ha sido modificada varias veces en los últimos años pero, en esencia, el objetivo todavía dirige a la misma pregunta: ¿los ocupantes comprenden el mensaje se transmite? Para ayudar a responder esta pregunta, NFPA 72 incluye un anexo sobre la inteligibilidad del habla que discute conceptos pertinentes y proporciona orientación en cuanto a la terminología, diseño, pruebas de aceptación, limitaciones y requisitos de inteligibilidad.

Para lograr este objetivo, el patrón típico es proporcionar 0,70 CIS [escala de inteligibilidad común] (0.50 STI [índice de transmisión de discurso]) a lo largo de las instalaciones protegidas con el fin de cumplir con las pautas identificadas en NFPA 72 y las recomendaciones del fabricante de la herramienta de medición. En términos generales, si un diseño logra resultados aceptables de inteligibilidad según estas referencias, audibilidad debe también ser logrado. En otras palabras, un sistema inteligible debe ser audible, pero un sistema audible no necesariamente sea inteligible.

En el diseño, debe prestarse atención a los factores que afectan la inteligibilidad como ruido de fondo, reverberación, dimensiones de la habitación y las alturas del techo, las cuales pueden reducirse en diseño de nuevas construcciones (por ejemplo, un cambio en la elevación del techo) y materiales que mejoren la acústica.

Uno de los hechos más importantes a tener en cuenta es que ambos términos, audibilidad e inteligibilidad, sean exigidos en futuras adaptaciones de las normas nacionales, como figuran requeridos en la NFPA 72, cuyo código nos sirve como patrón de diseño, para este tipo de instalaciones

La Óptica

Existe una creciente conciencia que las sirenas acústicas necesitan ser complementadas con otras formas de alarma en áreas donde la gente puede tener limitaciones de oído o existe dura audición por ruido ambiental. Las alarmas visuales basadas en las lámparas incandescentes se han utilizado en los sistemas de alarma durante mucho tiempo, pero de nuevo fueron las nuevas tecnologías electrónicas de semiconductores que permitieron las balizas intermitentes estroboscópicos, utilizando los tubos de flash de xenón. Pero una limitación de las señales visuales en comparación con señales sonoras es que, a menos que sean altamente brillantes, es poco probable que se notara si no están en una línea de visión directa o el oyente se encuentra orientado hacia la fuente. Las modificaciones en los documentos del Código Técnico (SI y SUA), junto con leyes de igualdad ante discapacidades han alentado a suplir las sirenas de alarma audible con señales visuales en ciertas áreas de edificios en las que no se contemplaban hasta el momento (aseos en residencial público).

La publicación del estándar europeo EN54-23 en 2010 proporciona las especificaciones para los ensayos y fabricación de alarmas ópticas. En la actualidad, no hay ópticas en el mercado que están específicamente diseñados para satisfacer los requerimientos de EN54-23 y el desafío para los fabricantes es idear soluciones para flashes que cumplan los requisitos de la legislación sin tomar cantidades excesivas de energía del sistema de alarma.

La tecnología de tubo de flash de xenón existente es eficaz, pero hambrienta de energía, sin embargo el rápido desarrollo de la tecnología de diodos emisores de luz (LED) sin duda ayudarán a aliviar algunos de los problemas indicados en comparación con los tubos del xenón. Europa ha estado acostumbrado a utilizar flashes rojos por advertencias de fuego, sin embargo el uso de filtros para el destello rojo, reducen la emisión de luz hasta en un 75 por ciento. Por lo tanto, para lograr la salida de luz requerida por EN54-23, el consumo de energía en flashes rojos tendría que incrementarse considerablemente. Un cambio cultural en Europa a relacionar la luz rojo por luz blanca como alarma, permitiría disponer de la plena potencia luminosa de la óptica. Una preocupación con frecuencia expresada sobre el creciente uso de flashes es el posible efecto en personas con epilepsia fotosensible.

La normativa para señales de alarma requiere flashes con rango entre 0,5 Hz y 2Hz (un destello cada dos segundos), siendo el límite inferior para desencadenar un evento fotosensible de 3Hz, cumpliendo con EN54-23. Pero si varios flashes se sincronizan a la vista, podría presentar un destello compuesto de una frecuencia más alta, por lo que las recomendaciones es que sólo una sola unidad puede verse desde cualquier punto en un área determinada.

La dependencia de las alarmas sonoras en caso de incendio, junto con el aumento progresivo de personas sordas o con pérdida de audición y las preocupaciones en Seguridad y Salud, hacen que resulte ineficaz. Es por ello que existen limitaciones normativas tanto de mínimos audibles (“nivel mínimo de 65 dB(A)), como máximos audibles (“El nivel sonoro no debe ser mayor de 120 dB(A) en ningún punto en que sea probable que se encuentren personas”)

Para superar estos problemas, la señalización debe ampliarse para estimular sentidos distintos del auditivo. Complementar las alarmas audibles con dispositivos de alarma visual (DAVs) es una forma efectiva para advertir a la gente o alrededores de un edificio, de la existencia de una emergencia de incendio para que puedan tomarse las medidas adecuadas. En los últimos años, la instalación de DAVs ha experimentado un notable crecimiento y esta tendencia continúa debido a la influencia de la legislación y su idoneidad para diversas aplicaciones importantes (residencias, edificios públicos, hospitales…)

Es importante que todas las ingenierías y personas vinculadas a la protección contra incendios tengan en cuenta los sistemas de alarma visuales (con los estándares de aplicación) en su planificación, diseño, instalación, puesta en marcha y mantenimiento; y sean los organismos oficiales los que agilicen la creación de un código de prácticas para dichos dispositivos empleados como alarma de fuego.

Los DAVs, son clasificados en tres categorías basadas en la aplicación prevista, es decir dispositivos montados en el techo, dispositivos montados en la pared y una categoría de clase abierta. Cada uno de estas categorías tiene objetivos específicos en los patrones de distribución de luz compatibles con la EN54-23. Ahora los fabricantes deberán garantizar que los productos son probados y evaluados por un organismo notificado de Unión Europea para determinar su volumen de cobertura, basado en la distancia e iluminación requerida de 0,4 lux o 0.4lm/m2, la velocidad de destellos entre 0,5 Hz y 2Hz y debe emitir o un destello rojo o blanco (sólo rojo o blanco en EN54-23). El fabricante debe especificar el volumen de cobertura con el dispositivo, o bien en el producto o con documentación acreditativos.

Las diferentes características de dispersión de luz son necesarias según la posición de montaje de los DAVs:

  • Los dispositivos de pared serán eficaces en una amplia gama de aplicaciones, pero los fabricantes estarán obligados a indicar una altura de montaje; mínimo 2,4 metros, seguido por el ancho de una sala cuadrada sobre la cual el DAV mantiene su cobertura. Por lo tanto, el código de especificación con una DAV adecuada para una aplicación de pared podía leer W-2.4-6; es decir, montado en una altura de 2,4 metros, con cobertura de 36 m2 (en sala de 6 x 6 mts)
  •  Los dispositivos de techo son adecuados para una cobertura amplia en las habitaciones en forma regulares. Estos DAV deben indicar la altura del techo para lo cual están diseñado. Esto puede ser de tres metros, seis metros o nueve metros. En este caso, debe irradiar luz en un cilindro por debajo del punto de montaje. Por lo tanto el código de especificación podría leer C-6-6; es decir, montado a una altura de techo de seis metros, con cobertura ~ 28 m2 (área de 6 mts de diámetro).
  • La categoría de clase abierta permite patrones diferentes de distribución de luz que no caen dentro de las restricciones de la pared o el techo. La forma del patrón y su volumen de cobertura debe ser determinada y declarada por el fabricante, siendo necesaria la iluminación mínima de 0,4 lm/m2.

En el diseño, hay que tener en cuenta los factores externos que pueden tener un impacto significativo sobre la efectividad de DAVs, tales como el nivel de luz ambiental (suponer el caso más desfavorable), la reflectancia de las superficies (difusión de la luz en granulados o reflexión en espejos), el efecto de color, el campo necesario de visión (obstrucciones), el uso de protección ocular por condiciones ambientales (nivel de protección IP), y el consumo de energía, son claves para iniciar un buen diseño.

La Integración

La integración de sistemas de seguridad ha crecido en demanda y producción en la mayoría de fabricantes, que pueden combinar en un solo punto varios sistemas tanto de alarma como de detección y la integración de baterías autónomas o módulos de comunicaciones inalámbricas, que eviten en muchos casos la instalación de cableado resistente al fuego como cumplimiento de la norma EN54-14. Aparte de los ahorros de instalación, la integración de los sistemas de seguridad también permite numerosas posibilidades de funciones operacionales y procesamiento de datos locales dentro de la unidad, como por ejemplo, la existencia de sirenas capaces de supervisar su propia salida audible para un correcto funcionamiento, de modo que la monitorización del conjunto y la salida de la trayectoria de alarma, son controlados desde el panel de control.

Conclusiones

Los sistemas Voice Alarm deben diseñarse bajo tres premisas: Alto (Nivel Sonoro), Claro (Inteligible) y Seguro (Garantice el Funcionamiento en caso de emergencia)

Con la introducción de las nuevas normas y códigos de alarma, la tendencia a corto plazo pasará por instalar sistemas de megafonía para evacuación (VA-Voice Alarm) que cubrar las necesidades de la “megafonía tradicional”, combinados con dispositivos de alarma Visuales (DAV) direccionados, que puedan coordinarse a través de la matriz de control de la Central de Incendios, todo ello consensuado con el Plan de Seguridad, una estrategia de comunicación y mensajería que cubra todo el rango de necesidades, y permitan alcanzar la máxima efectividad de evacuación en situación de emergencia.

En concepto cultural de asemejar la luz roja, junto con la presión temporal de la entrada en vigor de la norma, hacen que los principales fabricantes de equipos de alarma contra incendios empleen todos los conocimientos y la experiencia para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas de consumo de energía y los retos de color y salida de luz, procurando que la transición sea lo más fácil posible para aquellos que operan en el sector de la seguridad.

El futuro pasará por desarrollar equipos que integren ambos conceptos (altavoz de alarma supervisado, con flash direccionable y visible según especificaciones) de bajo consumo y coste moderado adecuado a la finalidad.