
¿Cómo funcionan los sistemas fijos de extinción por CO2?
El funcionamiento de los sistemas fijos de extinción de incendios por CO2 es relativamente sencillo. Consiste en almacenar CO2 a alta presión en cilindros o tanques y después liberarlo rápidamente en caso de un incendio. Cuando se libera el gas en el área afectada, desplaza el oxígeno, reduciendo la concentración necesaria para mantener la combustión y enfriando, lo que sofoca el fuego.
Características y consideraciones de los sistemas fijos de extinción de incendios por CO2:
Áreas protegidas: los sistemas fijos de extinción de incendios por CO2 se usan habitualmente como extinción por inundación total en espacios cerrados o confinados y como aplicación local en salas con aberturas o sobre equipos aislados.
Seguridad de las personas: debido a que el CO2 desplaza el oxígeno, es fundamental que los usuarios abandonen la zona protegida antes de la activación del sistema y la descarga del gas.
Detección de incendios: los sistemas fijos de extinción automática de incendios por CO2 están vinculados a centrales de detección de incendios que identifican automáticamente la presencia de fuego y activan el sistema de extinción.
Recarga y mantenimiento de los cilindros: es crucial mantener los cilindros de CO2 cargados y el sistema en buen estado de funcionamiento para garantizar su eficacia en caso de emergencia.
Protección adecuada: cada sistema debe estar diseñado y dimensionado específicamente para la zona o área que se pretende proteger.
Los sistemas fijos de extinción de incendios por CO2 son efectivos para incendios de líquidos inflamables y equipos eléctricos.

Instalación y mantenimiento de sistemas fijos de extinción por CO2:
Es imprescindible que estos sistemas de extinción de incendios sean diseñados, instalados y mantenidos por profesionales cualificados para asegurar su correcto funcionamiento y minimizar los riesgos asociados al uso de CO2.
Además, es necesario cumplir con las normativas y regulaciones vigentes en cuanto a la instalación y mantenimiento de los sistemas fijos de extinción de incendios.
¿Cómo actúa el CO2 como agente extintor?
El CO2 es un agente extintor eficaz para ciertos tipos de incendios, especialmente en incendios de clase B y C, que involucran líquidos inflamables y equipos eléctricos respectivamente. Actúa de tres maneras para sofocar el fuego:
Desplazamiento del oxígeno: Cuando se libera el CO2 en el área afectada, desplaza el oxígeno presente, reduciendo así la concentración de oxígeno necesario para mantener la combustión.
Enfriamiento: Parte del CO2 se convierte en gas durante su liberación, lo que tiene un efecto de enfriamiento sobre el fuego.
Inhibición de la reacción en cadena: El CO2 puede interferir con la reacción en cadena que mantiene el fuego, lo que contribuye a su extinción.
Debemos recordar que el CO2 es seguro para su uso en ciertas condiciones y áreas bien ventiladas. En cambio, en espacios cerrados, puede desplazar el oxígeno necesario para la respiración, lo que representa un peligro para los usuarios. Por este motivo, resulta crucial seguir las medidas de seguridad adecuadas al utilizar el CO2 para la extinción de incendios y garantizar una ventilación adecuada en el área protegida con este sistema.
Aplicaciones:
El dióxido de carbono (CO2) es un gas incoloro, inodoro y no conductor de la electricidad que se utiliza habitualmente como agente de extinción en espacios donde no se pueden utilizar agentes que dejen residuos o que sean dañinos para equipos electrónicos o sistemas sensibles al agua.
Algunas de las aplicaciones más comunes del CO2 en la lucha contra incendios son las siguientes:
- Salas de servidores CPDs
- Almacenes de líquidos inflamables
- Tanques de enfriamiento
- Cuartos de máquinas
- Cabinas de pintura
- Estaciones y subestaciones eléctricas
- Generadores y salas de motores