En la disrupción tecnológica en que nos vemos inmersos, no solo está cambiando el mercado o lo que hacemos, sino la vida de las personas y lo que somos. Lo que hemos vivido en el periodo de pandemia, nos ha empujado a que el mundo pueda seguir funcionando, creando nuevas opciones de trabajo y espacios digitales.
Gracias a la Conectividad hemos intercambiado conocimientos y experiencias, que de forma exponencial nos abren un abanico de posibilidades en respuestas precisas con una agilidad sin límites.
La innovación está creando necesidades que se desconocían, conduciendo a la aparición de nuevos productos y servicios con un aporte de eficiencia y calidad.
En el sector de la seguridad y la Protección Contra Incendios, este cambio se está produciendo en la gestión remota, supervisión y procesos. La información, disposición y tiempo de reacción son claves en la gestión de alarmas y protección.
Cada vez el concepto dentro de los centros de supervisión y recepción de alarmas como el CRI (Centro Receptor de Alarmas de Incendios) cobran más relevancia y regulación por la responsabilidad de vigilar y gestionar con los servicios de emergencia los protocolos de actuación y seguridad.
Para ello, los dispositivos de conexión para transmisión de señales diferenciadas de alarma y avería para incendios, deberán cumplir con la norma EN 54-21 que garantice la fiabilidad y supervisión. Todos los requisitos mínimos para la supervisión, recepción y procesamiento de los mensajes de alarma generados por los de protección contra incendios y seguridad se establecen en la norma UNE-EN 50518 (Centro de Supervisión y Recepción de Alarmas).
En los Sistemas de Protección Contra Incendios, la supervisión y control de todos los sistemas se integran en el SDAI (Sistema de Detección y Alarma de Incendios) los cuales desde la entrada en vigor del RIPCI (R.D. 513/2017 – Reglamento de Protección Contra Incendios) contemplan la conexión remota a un centro de gestión principalmente de servicios de mantenimiento, regulados por la norma UNE-EN 50710, referente a los requisitos para la prestación de servicios remotos seguros en Sistemas de Protección Contra Incendios y Seguridad. El gran reto para dicha gestión remota se encuentra en la confiabilidad y disponibilidad, siendo la ciberseguridad el objetivo primordial para el desarrollo en la conectividad.
Esta puerta ha permitido que numerosos fabricantes apuesten por plataformas Cloud que permiten ampliar el área de servicios, aprendizaje y adoptar medidas preventivas y correctivas en el mundo de la seguridad.
En la era del Internet de las cosas (IoT), la conectividad es una herramienta esencial en la disposición de información de manera portable, con capacidad en el caso de los sistemas para visualizar eventos, averías y alarmas en tiempo real, junto con los inventarios de elementos instalados y datos de registro.
Todo ello posibilita la realización de un mantenimiento predictivo, anticipándose a posibles fallos o niveles de suciedad o envejecimiento y un mantenimiento activo en la planificación de tareas y disposición de equipos. Con la portabilidad asociada a la plataforma mediante pasarelas con el equipo de control de incendio, la optimización de procesos es clave para simplificar tareas y costes, ya que nos permite modificar informes durante el servicio y gestionar de manera digital la carga administrativa asociada a las exigencias Reglamentarias de cada país, en diferentes idiomas y normas de aplicación, accesibles permanentemente en cualquier momento.
En instalaciones nuevas, la conectividad en la nube permitirá la programación y carga remota de los paneles de incendios, incluyendo las actualizaciones de versiones en tiempo real y una trazabilidad en la puesta en marcha para todos los elementos.
El soporte remoto hace que, los responsables de equipo hagan un seguimiento durante el mantenimiento, en la implantación de los sistemas y recursos humanos asociados.
Todas estas aplicaciones de conectividad nos generan un valor añadido tanto a los usuarios como a los instaladores/mantenedores de los sistemas, fundamentalmente en:
- La mejora del servicio global y portabilidad.
- El tiempo de respuesta, ahorro de procesos y tareas administrativas, con generación de informes automáticos.
- Optimización global de costes: mantenimiento, desplazamientos, personal, vigilancia y los asociados en el ciclo de vida de los equipos.
Las ventajas competitivas y de servicio que aportan estas aplicaciones, hacen muy atractiva su implantación, sumado a la disposición de registro de eventos, trazabilidad documental, inspecciones e inventario de equipos, cuya inversión es retornable en muy corto espacio de tiempo.
La apuesta por plataformas Cloud deben garantizar los principios de la seguridad, y esta preocupación convertirla en una premisa y característica de los sistemas. El estándar NFPA 72 americano, como código nacional de señalización y alarmas contra incendios ya recoge en su última edición un capítulo (11) dedicado a la ciberseguridad, complementado en su anexo J con la instalación de pasarelas (Gateway) seguras como enlace de conexión para habilitar los paneles de incendios con la nube (Cloud).
Es importante que las plataformas sigan los estándares internacionales que proporciona la ISO 27001, que establece los requisitos para la implementación, mantenimiento y mejora continua de los sistemas de gestión de la seguridad de la información (SGSI), para proteger la confidencialidad, integridad y disponibilidad de dicha información.
Plataformas como CLSS (Connected Life Safety Services) de Honeywell, no solo permiten desarrollar las habilidades descritas, sino que están enfocadas en la seguridad de los datos y accesibilidad (solicitud, comunicación, cifrado, pasarela, cortafuegos, verificación de firmas…), alojadas en la Cloud de Microsoft Azure auditada por diferentes certificadoras (SOC) y datos encriptados en máquinas virtuales, redes segmentadas y en copias de seguridad periódicas.
Un ejemplo hacia donde deben estar enfocadas las soluciones que nos permitan disfrutar de sus virtudes de gestión remota. Gracias a la conectividad de los sistemas a este tipo de plataformas, podemos supervisar y visualizar en tiempo real, permitiendo adoptar las decisiones más oportunas, reduciendo los riesgos y haciendo de los edificios espacios más seguros, asentados en cuatro pilares esenciales: conexión, mantenimiento, supervisión de alarmas e interacción remotas.
En el sector de la seguridad, las tecnologías emergentes (pantallas táctiles, equipos autotest, analítica de video…) y la conectividad IoT, están marcando tendencia creciente en el mercado, siendo el foco junto con las certificaciones de producto, lo que permanecerá en continuo cambio en los próximos años, incluyendo el aprendizaje cada vez más presente de la Inteligencia Artificial y conexiones neuronales.
Jaime Ortega – Director Técnico Iberext