En la sociedad actual en la que los horrores se mezclan con la tecnología más avanzada, surge una nueva amenaza que desafía incluso los límites de la imaginación: las «baterías zombie». Estas criaturas no muertas representan un peligro latente que podría desencadenar catastróficos incendios.
¿Qué son las «baterías zombie»?
El término «baterías zombie» se ha acuñado para describir aquellas baterías de iones de litio que, a primera vista, parecen haber alcanzado el final de su vida útil.
La denominación «baterías zombie» no es una mera figura retórica para designar baterías muertas, sino un fenómeno real y presente que conlleva riesgos significativos, especialmente en términos de incendios.
Estas baterías, que a menudo se desechan por su bajo rendimiento, pueden tener la capacidad de «resucitar» de forma imprevista sembrando el caos. Este resurgimiento repentino puede deberse a una variedad de factores, como las condiciones ambientales o una carga eléctrica residual.
El Sistema de Gestión de Baterías, BMS, por motivos de seguridad y rendimiento, no permite que las baterías se descarguen por completo. Es como si llevaran en su corazón una llama inextinguible lista para encender la mecha de la destrucción y devorar todo a su paso.
Certificada su defunción, acaban sepultadas en plantas de reciclaje, donde pueden ser aplastadas, golpeadas y perforadas durante el proceso de reciclado de residuos, dando lugar al embalamiento térmico (termal runaway). Este fenómeno se produce cuando la batería experimenta un aumento rápido y descontrolado de temperatura debido a un proceso exotérmico interno, normalmente causado por un cortocircuito, sobrecarga, sobredescarga o por daño físico o condiciones ambientales extremas, como en el caso de las «baterías zombie».
Cuando la batería experimenta embalamiento térmico, se produce una reacción en cadena destructiva que implica la liberación repentina de calor, gases tóxicos y en algunos casos, fuertes explosiones. Esto no solo presenta un peligro inmediato para los usuarios y su entorno, sino que también puede ser extremadamente difícil de controlar y extinguir.
Riesgos de incendio de las «baterías zombie».
El mayor peligro de las «baterías zombie» es el riesgo de incendio. Las baterías de iones de litio son conocidas por ser propensas a la inflamación y la combustión si no se manipulan correctamente. Cuando una batería parece estar muerta, pero experimenta un resurgimiento repentino, puede generar calor de forma inesperada. Este aumento de temperatura puede desencadenar reacciones químicas internas descontroladas, lo que provoca inicialmente la liberación de gases inflamables y, en última instancia, explosiones.
Cuanto mayor sea el nivel de carga, mayor será la energía liberada.
Estas explosiones, en muchos casos terminan por provocar un incendio que, junto a otros residuos como cartones, plásticos etc. puede generar un grave problema.
Factores que aumentan los riesgos de incendio en las «baterías zombie».
- Daño físico: Las «baterías zombie» a menudo han experimentado algún tipo de daño físico, ya sea por caídas, golpes o una mala manipulación. Este daño puede comprometer la integridad de la batería, aumentando la probabilidad de embalamiento térmico.
- Carga incorrecta: Intentar cargar una «batería zombie» con un cargador incompatible o defectuoso puede provocar un aumento descontrolado de la temperatura y, en última instancia, desencadenar un incendio.
- Edad de la batería: Las baterías de litio tienen una vida útil limitada, y las «baterías zombie» suelen ser más antiguas y propensas a fallar. La degradación interna con el tiempo puede provocar que estas baterías sean más propensas a situaciones de riesgo.
Prevención de riesgos y manipulación segura de las baterías de litio.
- Reciclaje responsable: En lugar de descartar las baterías aparentemente muertas, es imprescindible reciclarlas adecuadamente y no mezclarlas con otros tipos de residuos. Los centros de reciclaje están preparados para manipular estos materiales sin riesgo.
- Almacenamiento seguro: Se debe almacenar las baterías de manera segura, lejos de fuentes de calor, materiales combustibles y en un lugar ventilado. De esta manera se reducen las posibilidades de embalamiento térmico.
- Cuidado al cargar: Es necesario utilizar siempre cargadores originales y homologados diseñados específicamente para el dispositivo de carga. No se debe dejar una batería cargando durante períodos prolongados sin supervisión, ni cargarla de forma excesiva.
Extinción de fuegos en baterías de litio.
Los sistemas de extinción de incendios con agentes extintores convencionales como polvo, agua o C02 no son eficaces frente a los fuegos en baterías de litio.
Para controlar este tipo de incendios, es necesario un agente extintor especial que ofrezca una mayor protección a través del enfriamiento de superficies sobrecalentadas, alta penetración en el material inflamable y encapsulación de combustible líquido y gases potencialmente tóxicos. Actualmente existen agentes extintores diseñados específicamente para el control de incendios en baterías de litio.
Las «baterías zombie» pueden parecer elementos inofensivos, pero esconden en su interior riesgos significativos que pueden tener consecuencias devastadoras. Su correcto almacenamiento y reciclaje responsable son esenciales para minimizar los riesgos de incendio y garantizar un entorno más seguro en una sociedad cada vez más dependiente de la energía de este tipo de baterías.
Juan Antonio Díaz – Responsable de Marketing Iberext